jueves, 25 de octubre de 2007

UNA TARDE FRÍA DE INVIERNO


Fue una tarde fría de invierno,
la primera de mis alegrías,
debajo de tus antiguas maderas
poco a poco, una delicada sinfonía se componía.

Nos quisimos en anteriores ocasiones,
siempre fue un amor esquivo
ya que un hombre desgarbado,
con reminiscencia macarena,
siempre me quiso bajo aquel bajel huidizo.

De amplias zancadas me habían hablado,
mas yo ya las conocía,
desde un rincon Humilde
aprendí: cómo y el por qué se hacía.

Y mira tu por donde!!!
Llegó aquel gran día,
un Domingo de paseo, de estreno y algarabía.
Y se convirtió en pena, llanto y agonía,
porque tu mirada, Sevilla, ya no la vería,
porque yo tu peso ya no estrenaría,
porque mi cofradía ese año, a la calle, ya no saldría.

Pero un año después, la cosa mejoraría,
a un gran general baratillero, los mandos de la nave, le concedían.

Y mira tu por donde, la historia se repetía!!!
Volvimos a disfrutar de lo vivido anteriormente,
debajo del que sentao está en el altar, de Él que no mira de frente.
Del que su pesada corona humilla, por no poder sostenerle,
la mirada a su madre, en su altar de enfrente.

"Pescao tu mandas, compadre tu en última?
illo que el vuelca italo aqui también está!!"

La ilusión perdida, ganada por mi Rabí,
El de los ojos verdes nos volvía a reunir.
Y ojala que lo hagamos
cada vez que llegue Abril,
dejando para otros meses
todas esas aguas mil.

Que el Divino Rabí de la Calle Sol, nos proteja, nos de fuerzas y nos una cada año más.

Dé clarividencia a nuestro amigo que va delante, dejándole que pueda trabajar con más ilusión aún si cabe.

Y a mis locos decirles que es un verdadero privilegio vivir lo vivido y seguir viviendo lo que ocurre debajo de las antiguas maderas del barco de la Calle Sol.


1 comentario:

nefer dijo...

Amiguísimo KingKong:

Cuanto más se lucha por una cosa, más se disfruta cuando se consigue.

1BESO.