...GRACIAS

Un dia de una Semana Santa de mi niñez, una de esas noches en lo que trasnochar adquiere un sentido mágico para un niño, me acercaban a un paso de respiraderos caoba y faldón oscuro. Los remates plateados me deslumbraban con el repiqueteo de flashes. De repente una mano levanta el faldón, ese coloso, ése héroe de repente me coge de la mano y me dice: ¿Qué pasa churri?... en ese momento, para un niño pequeño, cofrade, más bien capillita, le da un vuelco el corazón… el mito hecho hombre. Me da dos besos y me pregunta que si me quiero meter con él. Yo titubeo y en ese momento llaman…

Desde ese día, hasta hoy han pasado ya casi 20 años, ¿te acuerdas?. Ahora, hoy, ese mito es padre, yo soy costalero e intento inculcarle al pequeñín lo que en su día me inculcó su padre, la magia de ser costalero. Porque esas cosas que rodean a las cofradías son mágicas ¿no?, porque si no, no me puedo explicar lo que me inculcó mi otro mito cofrade de pequeño, el primer nazareno que guió mis pasos…

Por que ese hombre, por sistema va a ver a Papá todos los Viernes del año, y... ¿cómo ha sido capaz de inculcarme a mí que si no voy, me siento culpable…¿Cómo puede ser que su divina zancada haga que seamos muchos los que cada viernes vamos a verle y cómo ha sido capaz de unirnos en costumbres a mi y a él, cuando me lleva casi 30 años, y mi recuerdo suyo cofrade es sólo su silueta de nazareno, delante de una Dolorosa un Miércoles Santo cualquiera de todos los que han pasado por mi vida, ¿Por qué Señor del Gran Poder?, gracias por enseñarme lo grande que debe de ser Ése que vive en San Lorenzo.

Pues debe de ser porque ocurren cosas grandes como la que me enseñó otro hombre, de pelo cano, ya entrado en los cincuenta y que se sienta en Semana Santa porque las cofradías le aburren, salvo cuando aparece Papá o Mamá…¿Cómo puede ser que un hombre que no es Católico practicante pueda creer tanto en Jesucristo y su Madre…¿Cómo puede ser que esa persona pierda los papeles con esas dos Imágenes?…¿Cómo puede ser que sin ser cofrade daría lo que fuera por una chicotaita a la Señora?

Pues ese, en definitiva es el que me enseñó de verdad Semana Santa, el fué quien me enseño a golpe de quererla tanto a amarla, sentirme orgulloso de que él diga que soy costalero, a ayudarle a que se le haga un nudo en la garganta al ver cada uno de los pasos que saco y para que, en momentos como este, gustarme diciendole lo que le quiero, decirle que estoy orgulloso de ser como es, que estoy orgulloso de cómo me ha criado y estoy orgulloso del ejemplo que tengo en él…gracias palangana, por ser quien eres.

Sevilla Eterna...¿seguro?

Resulta que escudriñando la rede de redes esta tarde me encuentro con la sorpresa que de que hoy, es la onomástica de San Leandro, el que fuera Obispo de esta tierra de Mª Stma. Ni que decir tiene que lo primero que se te viene a la cabeza son las afamadas yemas que tradicionalmente tomaron su nombre.

Tomemos un momento el libro de los recuerdos..."Abuela a mi no me gusta eso!!, Eso está mu duro y por dentro sabe mucho a huevo!!". Eso es lo que yo le espetaba a mi pobre abuela, con cierta cara de asco y entre risas de mis mayores. A nadie, y cuando digo esto me refiero al sevillano rancio, se le olvidarán esos momentos de niñez donde en su casa, en esta fecha de recuerdos, no faltaban los huesos de santo y las yemas de San Leandro.

¿Y hoy en día?, por curiosidad, tomad una yema y preguntarle a cualquier niño si conoce lo que es aquello, es más lo despreciará por no llevar estampita o papel colorido, por no saber su procedencia ni que es aquello tan sólido que le damos a investigar. ¿Da pena no?. Ver como la infancia de los que en esta ciudad moramos, que fue marca de la casa, se les escapa a estos sevillanitos que comienzan a vivir en ella.

Es triste ver cómo es así, porque para colmo esto es una pequeña pincelada, pero...¿No creéis que es mucho más que eso?¿No pensáis que nuestras cosas, las de todos los días, nos apartan hoy más que nunca de los infantes, ahora que los años mozos se van escapando?.

Es difícil pensar que no; es más me cuesta trabajo imaginar que ellos, los que vienen una generación por detrás mía sepan o quieran saber el significado de la Sevilla Profunda, de la Sevilla que nos ha sido legada por nuestro mayores, de la Sevilla del XVI y de la Sevilla del 29, de esa Sevilla que se nos va de las manos...

¿ILUSIÓN O VERDAD?, FUE UN SUEÑO...

“Hola Papá, ¿como estás? ¿Que tal la tita? ¿Bien?

La verdad es que hoy he venido porque Mamá tenía ganitas de verte y no he podido decirle que no La traía.

Que de gente por aquí ¿no?

La verdad es que me recuerda mucho
a cuando venía a verte Los Domingos Triunfantes;
esos que de buena mañana salíamos a verte,
a ver que tal te iba todo...seremos ilusos;
si eras Tú en el que en el fondo nos escuchabas,
eras Tú el que recibías nuestras miradas, sobre tu cabeza gacha,
esa que tiene que estar dolorida por la cantidad de problemas que te contamos.

Y la verdad, con lo a gusto que estábamos,
es que nos tenemos que ir, Mamá quiere volver,
que tiene a su Niño en casa y es que la espera para ver como le ha ido todo
y como te ha visto.

Ya le iré contando a Ella como te van las cosas,
y le diré la cantidad de gente que viene a verte,
buscando tu Bendita Mirada y tu Gran Poder.

Ah!, no te acostumbres, que no te prometo volver a traertela,
porque dice que no, que a Ella no le gusta salir mucho de su casa;
y dice también que las visitas breves son las mejores,
porque son las que te dejan el mejor sabor de boca,
el anhelo de volver a compartirlas...

Bueno Papá no vemos el Viernes...un beso".